¿Qué es el Jet lag?
El jet lag, también denominado «trastorno de desfase horario», es un problema temporal del sueño que puede afectar a cualquier persona que viaja velozmente a través de múltiples husos horarios.
El cuerpo tiene su propio reloj interno, que le indica cuándo debe permanecer despierto y cuándo debe dormir. El jet lag se produce porque el reloj del cuerpo está todavía sincronizado con tu huso horario original, en lugar del uso horario al que has viajado. Cuantos más husos horarios hayas cruzado, mayor es la probabilidad de que lo experimentes.
Este problema puede provocar fatiga diurna, malestar, dificultad para mantenerte alerta y problemas gastrointestinales. El jet lag es temporal, pero puede reducir significativamente la comodidad de tus vacaciones o viaje de negocios. Afortunadamente, hay medidas que puedes tomar para ayudar a prevenirlo o minimizarlo
Factores de riesgo
Algunos de los factores que aumentan las probabilidades de que experimentes jet lag son los siguientes:
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Cantidad de husos horarios que cruzaste. Cuantos más husos horarios cruces, mayor es la probabilidad de que experimentes jet lag.
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Volar hacia el este. Es posible que te resulte más difícil volar hacia el este, porque «pierdes» tiempo, que volar hacia el oeste, ya que lo vuelves a «ganar».
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Volar con frecuencia. Los pilotos, los asistentes de cabina y los viajantes de negocios tienen más probabilidades de experimentarlo.
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Ser un adulto mayor. Es posible que los adultos mayores necesiten más tiempo para recuperarse del jet lag que los adultos jóvenes.
Síntomas del jet lag:

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Por lo general, no requiere atención médica
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Por lo general, se puede realizar un autodiagnóstico
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No se requieren análisis de laboratorio o estudios de diagnóstico por imágenes
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Agudas: se curan en cuestión de días o semanas
Consejos para evitar el Jet lag
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Regularidad: Días antes del viaje vete a la cama más temprano que de costumbre (si vuelas hacia el este) o quédate despierto hasta tarde si viajas hacia el oeste.
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Descansa: Quedan pocas horas para salir volando. ¿Estás emocionado? Pues bien, te recomendamos que viajes fresco y relajado. Deja de lado las preocupaciones.
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Bebe mucha agua: ¿Café? Ni se te ocurra. Lo mejor es que lo evites en las horas previas al vuelo. Esto te permitirá permanecer hidratado y descansar mejor a la llegada.
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Duerme en el avión: puede ser muy beneficioso volar de noche y con las luces apagadas: así quizás podrás llegar como nuevo al destino.
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¡Vivan las proteínas! Al despertar aprovecha para tomarte un desayuno abundante y rico en proteínas para tener la energía suficiente de manera que tu cuerpo esté en forma y despierto.